A.1. Evite el uso de medicamentos cuando no está justificado
- La automedicación y el incumplimiento (por ejemplo no respetar los horarios prescritos o suspender un antibiótico antes de completar duración del tratamiento establecida por el médico) son prácticas muy difundidas en general y lamentablemente también en el caso de los niños. Además de combatir esta práctica, es conveniente no tomar medicamentos delante de los niños ni decirles nunca lo "bueno" que es este o aquel otro jarabe. Hacer partícipe al niño de su tratamiento y de su enfermedad, contribuirá a que adquiera conciencia de que está tomando un determinado medicamento, evitando que lo tome por su cuenta.
- Se recomienda consultar con su médico siempre que no esté seguro de que los síntomas que presenta su hijo requieran tratamiento farmacológico, y en caso de que lo necesite es fundamental conocer lo siguiente:
- Nombre del medicamento y para qué sirve. Para poder evitar errores de medicación es importante que conozca el medicamento que va a administrarle a su hijo. Normalmente encontrará esta información en el prospecto que acompaña al medicamento. En caso de que no encuentre o no comprenda alguna información, consulte a su médico.
- Contraindicaciones del medicamento así como interacciones importantes con otros medicamentos que su hijo esté tomando, o con los alimentos. Las contraindicaciones son situaciones o condiciones en las que el medicamento puede resultar perjudicial. Es importante por tanto informar al médico de las alergias, otras enfermedades que su hijo padece, así como de aquellos medicamentos que su hijo está tomando de forma regular.
- La dosis, la frecuencia de administración y la duración del tratamiento. Es importante asegurarse de que la dosis administrada es la correcta teniendo en cuenta la edad y el peso de su hijo. Si tiene alguna duda, confirme la dosis con su médico o farmacéutico antes de administrarlo.
- Vía de administración. Lo más habitual es la vía oral, inhalada, ótica (en los oídos), oftálmica (en los ojos), rectal (en el recto), tópica (sobre la piel) o inyectada ya sea por vía intramuscular (en el músculo) o intravenosa (en la vena). Conviene recordar que la dosis de un mismo medicamento suele ser diferente para cada vía de administración.
- Precauciones especiales de administración, por ejemplo tomar con las comidas o con el estómago vacío u otros.
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