Las formas de medicamento de administración oral pueden agruparse en formas líquidas y sólidas. Las formas líquidas no presentan problemas de disgregación o de disolución en el tubo digestivo, por lo que su acción terapéutica es más rápida; por contra, no están protegidas frente a los jugos digestivos. Son muy usadas en los recién nacidos, ya que los neonatos son incapaces de ingerir las formas sólidas.
Las formulaciones líquidas para administración oral son habitualmente soluciones, emulsiones o suspensiones que contienen uno o más fármacos disueltos en una sustancia acompañante apropiada.
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